Nunca se había encontrado un conjunto tan completo de coladores y cacillos rituales (simpulum en latín) como el de Heraclion. Es posible que hayan sido utilizados por los fieles para tomar agua del Nilo o escanciar vino, con ocasión de las fiestas de Osiris, asimilado a Dionisos. Su mango largo y recto termina en forma de cabeza de pato o de oca del Nilo, motivos tradicionales en el Egipto de los faraones.
Época ptolemaica
Bronce
El uso de estos cacillos de origen egipcio se extendió después en mundo mediterráneo: servían para trasegar vino a las copas.
Siglos VI - II a.C.
Bronce
Los coladores servían, entre otras cosas, para filtrar el vino muy denso en aquella época. Las asas permiten colocarlos sobre un recipiente. Podemos ver como estas asas terminan en cabezas de cisne bellamente esculpidas.
Epoca ptolemaica
Bronce
Los espejos forman parte de las ofrendas a los dioses. Formados por un circulo de bronce cuya superficie puede ser dorada o plateada, van engastados normalmente en mangos de madera, fayenza o marfil. Cuando el mango tiene forma de caña de papiro terminado en umbela. el disco simboliza el sol levantándose sobre el Nilo.
Algunos espejos depositados en los
templos son muy pesados para poder ser usados. En ese caso, se trata de piezas de encargo de uso puramente votivo, pues lo objetos de metal se valoraban por su peso.
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