En principio veo que el documento está fechado en el siglo VI de nuestra era, muy tardío para reflejar verazmente un acontecimiento que había ocurrido hacia el siglo XVIII antes de Cristo, 2500 años antes, cuando el caso es que los manuscritos bíblicos más antiguos cuentan la historia de Abrahán e Isaac tal como los leemos en las biblias que todos podemos consultar.
Si en algo fueron quisquillosos los antiguos escribas judíos fue en cuanto a la genealogía. Si Isaac hubiera sido verdaderamente sacrificado, si hubiera muerto en aquel momento, esa línea genealógica que llevaba desde Adán hasta Jesucristo no existiría, una genealogía que en los días de Jesús estaba controlada por las autoridades romanas y que se guardaba en el templo de Jerusalén y en otras poblaciones de Judea.
Leamos parte de esa genealogía tal como la investigó el médico Lucas. “Puesto que muchos han emprendido la recopilación de una declaración de los hechos que entre nosotros están plenamente acreditados, así como nos los entregaron los que desde [el] principio llegaron a ser testigos oculares y servidores del mensaje, yo también, porque he investigado todas las cosas desde el comienzo con exactitud, resolví escribírtelas en orden lógico, excelentísimo Teófilo, para que conozcas plenamente la certeza de las cosas que se te han enseñado oralmente. Además, Jesús mismo, cuando comenzó [su obra], era como de treinta años, siendo hijo, según se opinaba,
de José,
[hijo] de Helí,
24 [hijo] de Matat,
[hijo] de Leví,
[hijo] de Melquí,
[hijo] de Janaí,
[hijo] de José,
25 [hijo] de Matatías,
[hijo] de Amós,
[hijo] de Nahúm,
[hijo] de Eslí,
[hijo] de Nagai,
26 [hijo] de Maat,
[hijo] de Matatías,
[hijo] de Semeín,
[hijo] de Josec,
[hijo] de Jodá,
27 [hijo] de Joanán,
[hijo] de Resá,
[hijo] de Zorobabel,
[hijo] de Sealtiel,
[hijo] de Nerí,
28 [hijo] de Melquí,
[hijo] de Adí,
[hijo] de Cosam,
[hijo] de Elmadam,
[hijo] de Er,
29 [hijo] de Jesús,
[hijo] de Eliezer,
[hijo] de Jorim,
[hijo] de Matat,
[hijo] de Leví,
30 [hijo] de Simeón,
[hijo] de Judas,
[hijo] de José,
[hijo] de Jonam,
[hijo] de Eliaquim,
31 [hijo] de Meleá,
[hijo] de Mená,
[hijo] de Matatá,
[hijo] de Natán,
[hijo] de David,
32 [hijo] de Jesé,
[hijo] de Obed,
[hijo] de Boaz,
[hijo] de Salmón,
[hijo] de Nahsón,
33 [hijo] de Aminadab,
[hijo] de Arní,
[hijo] de Hezrón,
[hijo] de Pérez,
[hijo] de Judá,
34 hijo de Jacob,
[hijo] de Isaac,
[hijo] de Abrahán,
[hijo] de Taré,
[hijo] de Nacor,
35 [hijo] de Serug,
[hijo] de Reú,
[hijo] de Péleg,
[hijo] de Éber,
[hijo] de Selah,
36 [hijo] de Cainán,
[hijo] de Arpaksad,
[hijo] de Sem,
[hijo] de Noé,
[hijo] de Lamec,
37 [hijo] de Matusalén,
[hijo] de Enoc,
[hijo] de Jared,
[hijo] de Mahalaleel,
[hijo] de Cainán,
38 [hijo] de Enós,
[hijo] de Set,
[hijo] de Adán,
[hijo] de Dios”, LUCAS 1:1-4; 3:23-38.
José y María (en avanzado estado de gestación) acudieron a Belén para inscribirse en los registros genealógicos que exigían las autoridades romanas (Lucas 2:1-5), ¿por qué no se registraron en Nazaret, que es en dónde vivían? Sencillamente viajaron hasta Belén porque ambos habían nacido en Belén y eso era lo que ordenaban las autoridades romanas. De modo que Isaac es parte viva y forzosa de esta historia.
¿Por qué, entonces, aparece un documento (recordemos que del siglo VI de nuestra era) escrito en Egipto en dónde se dice que Isaac fue asesinado por su padre Abrahán? A partir del siglo II de nuestra era el cristianismo original entró en una preocupante decadencia, las ideas y filosofías de griegos y egipcios comenzaron a impregnar todo lo que Cristo había enseñado y todo lo que habían dejado escrito los profetas y reyes antiguos. Una vez apartados de las fuentes originales, algunos individuos no tuvieron reparos en ir incorporando visiones distorsionadas y ajenas a los escritos originales, hasta puede que esos mismos ni siquiera se dieran cuenta de lo que estaban haciendo y simplemente fueron escribiendo lo que se había ido haciendo popular en determinados sectores.
Esto se parece a aquel juego en el que alguien pronuncia una palabra al oído de alguien, y este al siguiente, y del mismo modo hasta que todos los participantes han completado la rueda, cuando el último pronuncia la palabra que ha oído seguramente no se va a parecer en nada a la palabra que pronunció el primer participante. Ahí está la gracia del juego. Con las historias verdaderas que se apartan de las originales es lo que suele pasar al ir transcurriendo los siglos.
Última edición por Luis Marcos Núñez fecha: 23-06-2018 a las 16:43:08.
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