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Cosas Utiles De Llevar En El Viaje | Turismo Egipto | Información al viajero | 23 | 05-08-2009 15:39:47 |
Temperaturas y clima en Egipto | Tumba de Tutankamon | Café Fishawi | 0 | 28-03-2007 10:49:56 |
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Herramientas | Desplegado |
#21
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Unos ojitos sandungueros.
Recuperado
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#22
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Como me gustaría viajar con tu señora y contigo. La verdad es que el encanto de un país son sus gentes puesto que por muchos monumentos que veas, si te sientes tratado peror que a un perro, es imposible disfrutar.
¿ Cuando organizamos uno? |
#23
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Recuperado
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A más te leo, más necesito.
Como me gustan los sentimientos que expresan tus relatos. |
#25
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Mis adorables vecinos
Recuperado. Y con esta finalizo todas las recuperaciones de Cosas y Casos, del antiguo foro E.com. A partir de ahora, serán todas originales de este.
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#26
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El taxista del Cairo
Las tres de la madrugada en casa de los amigos de la terracita. Ya saben quienes son, pues en varias ocasiones los he citado. Le digo a mi señora: –“Vamos chica, que los anfitriones tienen sueño y han de irse a la cama”– De broma claro, pero la verdad es que el día había sido bastante ajetreado, y ya tenía ganas de volver al hotel y descansar. Esa vez, estábamos alojados en un céntrico hotel de la city, y para llegar al mismo, teníamos a buen ritmo como 30/40 minutos de trayecto.
Le pregunto a mi amigo que me pida un taxi, y me contesta que desde las doce de la noche, hay uno esperando en la entrada de la casa. –“¿Y que hace esperando desde las 12 si son las 3 de la mañana?”– Le digo. A lo que me replica: –“¡Tranquilo!, que es un amiguete de confianza que suelo emplear en mis desplazamientos cuando estoy en el Cairo. Y seguramente ahora estará echándose una cabezadita. Además es de fiar del todo, y no tendréis ningún problema con el.”– Y si,… era de fiar, de confianza, y de ningún problema,… si,.. si,.. del todo total. Y les cuento: Salimos a la puerta de la calle acompañados por los amigos, y nos encontramos con el típico taxi del Cairo, con más años que Matusalén, y durmiendo en su interior como una marmota, se encontraba un habibi no mayor de 30 años. Mi amigo lo despertó, nos lo presentó, le dio el nombre del hotel, y le agradeció que nos llevase sin sustos y sobresaltos. Como llevábamos unos paquetes, estos y mi señora, se sentaron en la parte noble del taxi (atrás), y yo me coloqué delante al lado del conductor, llamada en el Cairo la parte del suicida (ya verán porqué). Nos despedimos de los amigos hasta el día siguiente, y arrancando el habibi la reliquia, hacia el hotel que nos vamos. El paisano, que chapurreaba el español, y a requerimientos de mis preguntas, nos contó que era el mayor de tres hermanos, su padre había fallecido, y él había tenido que dejar sus estudios de bellas artes en la universidad, pues era ahora el sostén de la familia. Y que una vez sus hermanos acabasen sus estudios, y se estableciesen, dejaría el taxi para continuar los suyos aunque ya fuese mayor para ello. Y que nuestro amigo era cliente muy habitual y asiduo, al margen de que le estaba muy agradecido, por los favores y ayuda que había recibido él y su familia. Para amenizarnos la velada y para no dormirse (todo sea dicho), puso una casete de música bailonga egipcia, de la que suelen poner en las fiestas de las chilabas en los barquitos. Mi señora que le gusta ese tipo de música (más bien le “chifla”), pues que se me pone a bailar tal y como estaba, en la parte de atrás. El paisano que lo ve y le va la marcha discotequera, pues que me sube el volumen en plan discotequero total. Mi señora que se me emociona y empieza a canturrear la pieza musical, acompañando el cante con más movimientos bailongos. Yo que me empiezo a poner “a cuadros”. El paisano, que me cambia la casete y nos coloca otra con más ritmo sabrosón egipciano. El ambiente discotequero que se va emocionando y desmadrando. El volumen a tope; mi señora cantando y bailando con “vívida emosión”; el habibi haciendo coros y palmas y volante para que te quiero; y yo, pobre infeliz, cada vez más “a cuadros” es decir “obnubilado total”. Y en un momento dado,… el paisano arranca la palanca de cambios del taxi,… se la pasa a mi señora,… y le dice: –¡Micro, micro,… tu canta,… micro! – Y mi señora,… ¡que me coge el micro!,... (Osease, la palanca de cambios del coche). Y allá que estamos, en medio de la autopista, con un tráfico infernal pese la hora, y sin la palanca de cambio de marchas del taxi. Y claro lo que tiene que pasar,… pasa. Y pasa que hay que frenar;… y la antigualla de coche como no le reduzcas la marcha, el servofreno que no actúa, por lo que el coche apenas frena;… y devuélveme la palanca de cambio “¡MariPili, por la gloria de tu mare que nos la estampamos”;… y que la palanca no entra, en el agujero que debía entrar, y que suelto el volante para tener más destreza y hacer más fuerza;… y que el taxi empieza a campar por sus fueros;… y que el camión de coles se nos acerca por delante;… y el otro camión, el de la derecha cargado de corderos, nos empieza a guiñar el ojo y a ponerse más blancos los corderos;… y mi señora, a su onda, con sus “cantares” y con la música a “tutiplén”;… y el chofer que no se entera de la película porque está en pleno proceso de colocación de la palanca del cambio de marchas;… y yo que me doy cuenta de todo, a punto de “infarto súbito” sin poder reaccionar ni decir ni mú, de la “obnubilización total”.… (entender “acojono”). Pero,… ¡Ala es Grande!,… A punto ya de no contarlo,… que entra la palanca, que toma el volante, que reduce las marchas, que frena el coche,.. y no pasa nada… ¡Que siga la fiesta!... Llegamos al cabo de unos minutos al hotel, y bajando del coche, le pregunto al muchacho: –“Cuanto te debo, chaval”–. Y me responde chapurreando el español: –“Nada mister, que el amigo ya ha pagado el viaje, y me ha dejado encargado que le diga, que mañana que a que hora les paso a recoger aquí en el hotel…”– Yo,… “borde total” después del susto,… le contesto: –“Pues mira chaval,… te dejo encargado que le digas al amigo, que mañana ya le llamaré al móvil, para que se encargue de llamarte para comunicarte el encargo de que,… a que hora has de venir a recogernos aquí al hotel, ¿vale?... ¡Hala buenas noches habibi!”– No se si me entendió, pero como no me replicó, supuse que si. Volví al día siguiente a casa del amigo con otro taxi, que yo mismo me agencié. Pero que conste,… que en desplazamientos posteriores, volví a requerir los servicios del taxista de marras,… y no paso absolutamente ningún hecho de mención. Por lo que pueden ver que todos los taxistas del Egipto, una vez advertidos… no son tan malos… , |
#27
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Me duele la mandíbula de la risa. Gracias por tu simpatía.
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#28
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TDT, eres un cachondo nato, me encantan tus relatos, jejejeje....al igual que aitana, me he partido de la risa.
saludos |
#29
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Muy Bueno
Me he echado el café encima de la risa! Pues suerte que no sacó el volante para tocar la batería, ni el freno de mano de acompañamiento, ja, ja, ja, ja, ....Muy bueno, si señor, .....¡leerlo desde la butaca de casa!
No tienes más trayectos para explicar,.....? Hasta pronto. |
#30
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Pues, aunque increible, es rigurosamente cierto. El coche era y és, (porque el amigo aún funciona de taxista con el mismo "cacharro"), una auténtica reliquia de Fiat. La palanca se ve que en alguna época, se perdió o rompió, y lo que llevaba era un trozo de palo de hierro, rematado con una bola, incrustado en el agüjero a tal efecto.
Tal real como la vida misma. Saludos . |
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