Relato de mi viaje a Egipto: una experiencia increible

[Noor]

Hammurabi, preciosa foto! ideal para fondo de pantalla. Podría estar mirando ese paísaje horas y horas... sigue poniendo más, porfa! y sigamos soñando...
Besitos

[Viajes Egipto]

Todos los sueños, buenos y malos, tienen un principio y un final. Y en esto segundo nos encontrábamos cuando a la cuatro y media de la mañana el teléfono-despertador del hotel nos rescató de las garras de Morfeo; no sin un gran esfuerzo, eso sí. Durante los 15 días anterioreshabíamos acabado por acostumbrarnos y a sobrevivir a los madrugones, día sí y el otro también. Pero el de aquel día era totalmente diferente: era, definitivamente, el último. Dentro de unas horas habríamos abandonado nuestro sueño en tierra egipcia y nos encontraríamos de regreso a nuestro punto de orígen, cerca de Girona.
Nos resistíamos a pensar qué fuera verdad; deseábamos con todas nuestras fuerzas que fuera solo una pesadilla efímera, pasajera. Pero no: las robustas maletas estaban delante de la puerta de la habitación preparadas para ser recogidas después por los maleteros del hotel una vez acabáramos de alojar en ellas lnuestras últimas pertenencias. Y las metimos. Aún no queriendo.

A las cinco y cuarto de la mañana mi mujer, yo y mis dos hijos abandonábamos las dos habitaciones que durante dos noches habían albergado nuestros sueños egipcios en tierras del mar Rojo, en el sur de Kemet. Recorrimos el trayecto hasta el hall del hotel, unos 300 metros, en un absoluto silencio. Mientras, el sol irradiaba ya con fuerza sobre la superficie marina y la isla de Tirán parecía desperezarse de la calima de la noche anterior y emergía desafiante en el horizonte. El calor y el bochorno, aun la hora temprana, era sumamente intenso y evidente. La piscina estaba desierta y los jardineros daban los últimos retoques a los parterres para tenerlos preparados para cuando, horas después, la manada de turistas los invadieran y pisaran por doquier. Penetramos finalmente, después de recorrer por última vez con la mirada la azul superficie del mar, en el inmenso pabellón del hotel, y las escaleras mecánicas acabaron por depositarnos suavemente en el hall, en la recepción del Gran Rotana. Llegamos tarde, hace unos pocos días; hoy, en cambio, partimos temprano, muy temprano. Nos esperaba ya nuestro solícito corresponsal de la agencia Kaluma/Galaxia, sin duda un servicio inmejorable, y liquidamos nuestras pequeñas cuentas pendientes con el hotel. Finalmente, cargadas las maletas en nuestro minibús y con la caja/desayuno que nos había preparado el hotel en las manos, subimos a nuestro medio de transporte.
Enfilamos hacia un nuevo hotel donde habíamos de recoger a otro matrimonio que también nos acompañarian hasta el aeropuerto para coger el avión hacia El Cairo.
De camino al aeropuerto me di cuenta una vez más de la belleza del desierto del Sinaí que se insinuaba, cerca, del colosal amfiteatro de montañas que iban cambiando paulatinamente el color de su arena al ritmo de la salida del sol: ora amarillas, ora grises....¡Increiblemente bello! Creo que en aquel momento me prometí a mi mismo que en mi próximo viaje a Egipto, cuando fuese, el Sinaí sería un destino que no me perdería de ninguna manera. Esta vez no había podido ser. Imaginaba también como había hecho cambiar el turismo esta parte de Egipto en los últimos años: una zona árida, seca, desierta, prácticamente inhóspita, convertida en un vergel, con campo de golf de 18 agujeros incluido!!. Pero, ¿a qué precio? casi no quería ni pensarlo.

En una media hora llegamos finalmente al aeropuerto. Nuestro vuelo salía a las siete y media y debíamos facturar nuestras voluminosas maletas, 4 recipientes en total, que contenían el testimonio material de nuestra estancia en Egipto. Nuestro representante de Galaxia nos indicó que las maletas las facturaban ya hasta Barcelona, y que por tanto ya no las debíamos recoger en el Cairo sinó ya en la mismísima barcelona. ¡Miedo me daba! Pero he de reconoceros que después de los transbordos y vuelos que hicimos en el viaje (cinco en total) nunca nos perdieron ni una sola maleta y los aviones salieron y llegaron con total puntualidad....¡germánico-egipcia!
Después de una corta espera, pronto estuvimos aposentados en nuestros asientos del avión, camino de Al-Qahira, la capital egipcia. Un buen despegue pronto nos situó a gran altura. La vista era magnífica: el mar Rojo lucía en todo su esplendor, un esplendor de un color azul intenso que destacaba vivamente con la aridez de las tierras secas y desérticas del sur de Egipto. Incluso a 8.000 metros de altura la silueta del desierto me asombraba y se clavava en mis pupilas.

La suerte, o no, me situó en un asiento separado de mi familia. Así que me acomodé y creo que me dormí. ¿O no?
Con mi bolsa de mano entre las piernas y palpando en ella la cámara de fotos era consciente de que decididamente el viaje empezaba a llegar a su fin, y lo hacía precisamente en la ciudad donde Afrita nos había acogido maravillosamente hacia exactamente dos semanas.

El Cairo, era sin lugar a dudas, una ciudad para ser vivida y admirada, para ser caminada y disfrutada en todos y cada uno de sus rincones. Cuna de culturas y de vivencias sin fin. Recordaba entre sueños nuestras visitas a la ciudad, al "Felfela", las tamías, mis paseos al amanecer, el viejecito del café, los policías del hotel, el tráfico, los taxistas, su bullicio, sus gentes, su sana "locura".

Y nuestra visita increible visita a la meseta de Gizah, a las pirámides, y las sensaciones increibles experimentadas a sus piés, y en su interior. Sensaciones solo comparables al recuerdo que guardaba de ello.

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Y la esfinge, de mirada traviesa y penetrante; una experiencia total para los sentidos.

Y también de nuestras visitas a la Ciudadela de Saladino, al Cairo Islámico, a sus mezquitas y callejuelas estrechas; a sus vendedores ambulantes, a las tiendas del Khan el Khalili; a los derviches,...Un conjunto de imágenes que se amontonaban en mi interior y que pugnaban por salir, a cual más rápidamente.

En el avión había un curioso y sepulcral silencio. Diríase que todo el mundo cobijaba sus sueños y sus recuerdos, conscientes que, al igual que yo, el viaje estaba tocando a su fin. Al igual que el trayecto: al cabo de unos 40 minutos empezamos a divisar en el horizonte la mole inmensa y urbanísticamente desordenada de El Cairo. Un amasijo indescribptible de edificios cubiertos por un manto gris y negruzco: la contaminación. Y el capitán del avión también debió darse cuenta porqué al poco rato nuestro avión iniciaba el movimiento de aproximación al aeropuerto internacional. Di un último sorbo a aquel "proyecto" de café que nos había servido una azafata de sonrisa y dientes relucientes y nos dispusimos a aterrizar con nuestro avión en la pista del aeropuerto.
Eran cerca de las 8 y media de la mañana y el bullicio era terrible....

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Las pirámides de Egipto

[Laxiber]

Hola a todos,
Finalmente he podido leer todo tu relato Hammu y aun a riesgo de repetirme no puede dejar de expresarte mi admiración por esa capacidad que tienes de transmitir emociones. Las fotos son geniales y bueno, que más que no te hayamos ido diciendo ya los foreros?. Yo hace mucho tiempo que deseo visitar esa mágica tierra, y por fin podré hacerlo en Semana Santa.
Dudo que sea capaz de relatar mis experiencias como tu has relatado las tuyas pero en cualquier caso no me cabe la menor duda de que mi pasión por egipto se verá acrecentada una vez haya podido pisar lo que para mi es la tierra donde todo empezó. De momento ya he llorado, me he reído, he sufrido hasta el mal de Tut, en fin, he vivido mi tu viaje como si ya fuera el mio. Gracias por ser como eres y transmitírnoslo en este Post.

Un abrazo.

[Viajes Egipto]

Pués qué decirte: que me encanta que te haya gustado el relato. Como ya dije alguna vez no habría sabido explicarlo de otra manera. Sin duda un viaje no es solo un montón de fotografías guardadas en un disco, o un simple album de instantaneas. Si estas no te transportan a las mismas emocones que las generaron, no tienen sentido.
Hasta pronto.

[jertru]

No te voy a decir nada...........solo GRACIAS.

Saludos.

[Zumbadeta]

Gràcies HAmmu...

Cómo Osamita...que decirte? Nada...tu te has encargado de transmitir todos los sentimientos que este país te ha regalado y créeme amigo, que lo has conseguido.

Chapeau por esas última fotos...con ellas me has llenado de recuerdos:Esa panorámica desde el Ramsés Hilton, con el Nilo a tus pies en todo su esplendor....Esa cortina que dibuja al fondo una de nuestras queridas pirámides...cómo no reconocer esa cortina de reflejos dorados? El Mena House...

Gracias gracias y gracias!

Carme

Las pirámides de Egipto

[Viajes Egipto]

De nada: ha sido un placer poder reconstruir el viaje y presentároslo a vosotros.
Hasta pronto

[upama]

Hammu un millon de gracias por el relato y por las fotos, gracias.

[Viajes Egipto]

Ha sido un placer Upama: estoy a punto de acabarlo muy pronto.
Hasta pronto.

[AnubisTGN]

Qué maravillosa foto de mi Nilo y mi Cairo!!!!!!!!! Gracias, Hammu .

(Estoy de un egoísta... je je je!)