Recuperado de un torbellino de emociones, voy a empezar mi relato. Será un relato pausado, tranquilo, intentando recordar todas las vivencias que yo y mi familia hemos podido experimentar durante 15 inolvidables días, en los cuales hemos recorrido Egipto, una veces en barco, otras en avión, de norte a Sur, desde El Cairo hasta la península del Sinaí.
Es un relato escrito en primera persona. Y no podría ser de otra manera. Las sensaciones, las emociones, siempre son personales y intrasferibles. Podemos compartirlas, pero es en nuestro interior donde más profundamente las experimentamos. De todas maneras, estoy convencido que muchas de ellas serían compartidas por mi mujer y mis dos hijos. Sin haber hablado directamente con ellos he podido darme cuenta que también para ellos éste también ha sido un viaje diferente. Y es que Egipto también lo es. Y su gente, también.
Seguramente no tengo ni la gracia, ni el salero, ni la capacidad de recordar anécdotas divertidas, una virtud que si que tienen muchos de los que han escrito sus vivencias en Egipto en este mismo foro. Mi relato será ante todo una reflexión personal de lo que he sentido, de lo que he experimentado en mi interior en muchas de las etapas de este viaje. Espero que os sean de utilidad. Para mi al menos si que me permiten expresar el cúmulo de sensaciones vividas durante un periplo por una tierra asomobrosa, que me había cautivado desde simepre i que ahora, más que nunca, jamás podré olvidar.
Intenté ir hasta a Egipto con la mente abierta, dejarme empapar de todo lo que viera. Sin duda el consejo que me dió Ciro antes de marchar ("viaja a Egipto y disfruta como un niño") lo he recordado todo el viaje. Y reconozco que me ha sido de mucha, muchísima utilidad.
Tal como os dije he realizado mas de 1.200 fotografías. ¿Muchas? No lo sé. De todas maneras he de reconocer que los mejores recuerdos no han sido posibles plasmarlos en fotografías ya que solo pueden experimentarse en lo más profundo de cada persona. Sin duda alguna, de las mejores vivencias de este viaje no tengo testimonio fotográfico, aunque si que conservo su imborrable recuerdo. Intentaré de todas maneras proporcionaros algunas de las fotografías que realizé, aún reconociendo que no soy, ni por asomo, ni un simple fotógrafo aficionado.
Hasta pronto