Foro Egipto: Viajar e Historia de Egipto  

contacta Unete Artículos Noticias Historia egipcia información al viajero

Retroceder   Foro Egipto: Viajar e Historia de Egipto > En Portada > Otras noticias de Egipto
Inicio Registrarse NO ME ACLARO! Foreros Calendario Temas de Hoy Leídos

  FOROS   |   VIAJEROS    |    OPINIONES   |   EGIPTOLOGÍA    |   EGIPTOPEDIA    |   EGIPTOGUÍA   |    FOTOS  |   VIDEOS   |   BUSCAR  


Temas Similares
Tema Autor Foro Respuestas Último mensaje
En la Pirámide de Tutankamón Nhefertari Otras noticias de Egipto 0 02-06-2018 11:36:35

Crear Nuevo Tema  Respuesta
 
Herramientas Desplegado
  #1  
Antiguo 21-05-2020, 19:36:23
Avatar de Nhefertari
Nhefertari Nhefertari is offline Femenino
Zarpando rumbo este hacia oriente...
-Veces que he dado las gracias: 23.079
-Me han dado las gracias 37.793 veces en 16.467 mensajes
 
Ubicación: Frente a los Colosos, Abu Simbel
Mira las fotos de Egipto de Nhefertari Mis fotos de Egipto

Predeterminado Carter: «He Propuesto Utilizar la Gran Pirámide de Giza Para Sepultar a Tutankamon

Howard Carter, a ABC: «He propuesto utilizar la Gran Pirámide de Giza para dar sepultura a la momia de Tutankamón»

El descubridor de la tumba del faraón niño mantuvo una larga conversación con este periódico durante su primera visita a España en 1924



Apenas dos años después del descubrimiento de la tumba de Tutankamón, el arqueólogo Howard Carter visitó España invitado por el duque de Alba. Jacobo Fitz-James Stuart, amigo y colaborador del egiptólogo inglés, quería que expusiera sus investigaciones en Madrid, en unas conferencias que fueron seguidas con enorme interés. Las crónicas de la época cuentan que se superó el aforo en las salas y teatros donde Carter habló.

«Como otros magos de la Arqueología, resucitadores de ciudades fantasmas o alumbradores de tesoros fabulosos, Mr. Carter tiene también el aire distraído, el vago estupor, el secreto sonriente de los hombres que han visto un prodigio». Así le describió el periodista Rafael Villaseca tras una larga conversación que mantuvo con él. A pesar de que habitualmente rehuía las entrevistas, el arqueólogo había accedido a hablar con ABC en el palacio de Liria, donde se alojaba durante esos días.

En una de sus salas, a la que el duque de Alba entraba de cuando en cuando para intervenir en la conversación, y bajo la mirada de otros duques de cota de malla o gorguera que los contemplaban desde tapices y marcos dorados, tuvo lugar este encuentro que comenzó con unas notas biográficas. Carter contó que había nacido en Norfolk y su padre, Samuel Carter, había sido pintor de animales y miniaturista. «A él debo seguramente mi tolerancia para la minuciosidad y el detalle y la fidelidad de mi mejor compañera: la paciencia», aseguró.

Su amistad con lord Amherst, un egiptólogo distinguido en cuyas colecciones trabajó durante un tiempo, le inició en la egiptología y a los 18 años, para mejorar su salud aún precaria se había trasladado a Egipto para colaborar con la Egyptian Exploration Society. Carter contó el hallazgo de Tutmosis IV, anterior al de Tutankamón, que fue «casual y un poco novelesco» porque dio con su tumba de regreso a Luxor en una noche tormentosa. «El caballo que montaba dio un traspiés y me despidió de la silla. Al día siguiente comprobé que la causa había sido un trozo de tierra removida. Era la entrada de la tumba, que después de explorada resultó vacía, en contra de la aseveración de un documento de la época de Ramasis IX (Ramsés IX), que la aseguraba intacta». Carter encontró los restos de aquel monarca después, en el Valle de los Reyes. «Fue entonces cuando las excavaciones de Mr. Davis y el hallazgo de algunos testimonios arqueológicos a flor de tierra me hicieron concebir la esperanza de descubrir la tumba famosa», añadió.

Carter confió entonces su proyecto a lord Carnavon, que «lo acogió enseguida con entusiasmo» y con su ayuda comenzaron las excavaciones. Trabajaban solo los cuatro meses de invierno, empleando de 100 a 150 hombres. «Seis largos años de labor infructuosa y de tenaz perseverancia, acompañados por el escepticiso de los incrédulos, duraron las excavaciones hasta encontrar el primer indicio», resaltó el arqueólogo. En aquel desierto, realizaba una vida «ascética», con la «vecindad inquietante de los chacales y las hienas, sin que la menguada sociedad de los fellas, empleados en las excavaciones, consiguieran ahuyentar del todo la maléfica soledad de las noches y la desolación de infinito de aquel panorama del Valle de los Reyes, adusto, solemne, sin amenidad de formas y colores».

«Como es frecuente en estas colonias desterradas -continuó el egiptólogo- la nuestra puso su ternura en un niño, que llamábamos nuestro "terrier" por su pequeñez, que le permitía deslizarse en los escondrijos difíciles y convertimos también en nuestro favorito un hermoso canario amarillo, que yo había llevado, y cuyo canto era para nosotros el ruido de la fuente en el desierto». En su honor la "tribu" exploradora bautizaría a la tumba con el nombre de «la tumba del pájaro amarillo».

Una coincidencia extraña añadió una dosis de emoción al final de esta historia, según Carter. Al mismo tiempo que realizaban sus primeros hallazgos, el pájaro debilitó su canto y, por fin, dejó de cantar. «Estaba yo contemplando anhelantemente la primera puerta descubierta de la tumba, cuando vinieron a decirme, con impresionante seriedad, que el pájaro había sido muerto por la terrible "cobra" del país», relató el egiptólogo antes de explicar que todos sintieron la muerte del canario, pero la interpretaron como el feliz augurio de que se acababan sus amarguras. «Puesto que ya habíamos encontrado el camino y era alegre y esperanzada nuestra vida, la misión del pájaro encantado había concluido. Su buen espíritu debía haber volado hacia otros consuelos que otorgar», se dijeron.

«¡Su alegría al encontrar esos primeros testimonios debió ser extraordinaria!», le interrumpió entonces el periodista y Carter le dio la razón subrayando que «todo cambió en un instante». El 4 de noviembre de 1922, advirtió al acercarse a las obras que algo ocurría porque se habían interrumpido los trabajos. «Mis hombres habían descubierto el primer peldaño de la escalera y aguardaban mis órdenes. Animadamente los mandé continuar. Yo mismo desescombraba febrilmente con el pico en la mano», continuó. Descubrieron cuatro, seis escalones. «Trabajábamos sin descanso, con ese ardor especial de los que quieren disputar a la tierra avara un secreto o un tesoro. La jornada de trabajo no oyó al anochecer ni la hora de comida, ni la voz de descanso».

Hacia el duodécimo escalón apareció la primera puerta tapiada de la tumba. Para Carter, otros momentos como el de la visión deslumbradora de la antecámara o e de la entrada a la cámara sepulcral le produjeron una emoción, «tal vez más bella, pero no tan victoriosa».

«Fue el momento de mi eureka», subrayaba el arqueólogo, que se sintió invadido por su gratitud a la ciencia y al pensamiento humano. «Tocábamos temblorosos, golpeábamos la puerta cariñosamente. Los indígenas daban gritos de júbilo ante ella», continuó relatando Carter, para quien «nunca otro hallazgo tan fúnebre había sido celebrado con tanto júbilo».

Aprovechando una pausa de inteligente narrador que había hecho Carter, Rafael Villaseca concluyó aquí la primera parte de su entrevista que se publicó el 29 de noviembre de 1924.

«...¿Recuerda usted la descripción del protagonista de la "Cità morta", de D'Annunzio, al relatar el sombrío esplendor de aquella necrópolis remota? Yo he vivido intensamente la escena al aparecer ante mis ojos el cuadro inverosímil de la antecámara de la tumba de Tutankamón», prosiguió animadamente Carter en la continuación que se publicó el 5 de diciembre. El arqueólogo se vio deslumbrado ante aquel caudal rebosante de documentos históricos, el encanto del miniaturismo del arte egipcio y la vista de tanto objeto que clasificar, catalogar, asear y envolver cuidadosamente. Para él era difícil señalar qué objetos le habían llamado más la atención. «En último extremo, el trono del rey y la copa votiva de la reina, su ofrenda postrera», arrancó a decir antes de explicar que desde el primer momento le impactó el carácter familiar que se respiraba en aquel hogar de un muerto. «La Historia se me presentaba, como otras veces, con el acento de humanidad que da a la Arqueología de los objetos menudos, íntimos y familiares, un valor sentimental».

La emoción aún sería más dramática al penetrar en la cámara sepulcral. «Ningún otro monumento funerario me había hecho experimentar con tanta solemnidad el sentimiento del sueño de la muerte. En ninguna otra tumba faraónica apareció expresada con mayor intensidad esa solicitud por proteger el sueño y velar al durmiente querido», afirmó Carter.


La momia de Tutankamón

Cuando respondió a las preguntas de ABC, aún no se había abierto la última tapa del féretro que guardaba la momia de Tutankamón. Carter esperaba de este último episodio «una sorpresa sensacional». Creía que la momia, perfectamente conservada, sería de un muchacho de 18 o 20 años y que en sus manos podría guardar un libro precioso, «algún papirus único y revelador, que será tal vez el mejor tesoro que nos legue de su tumba».

Los objetos encontrados ya se hallaban expuestos en el Museo de El Cairo, pero el egiptólogo creía que la momia de Tutankamón debía de ser enterrada de nuevo una vez estudiada. «He propuesto utilizar la gran pirámide de Gizé, no solamente para que sirva de sepultura a esta momia, sino a todas las de los faraones albergadas profanamente en los museos», afirmó convencido de que «una cosa es no privar a la Historia y al arte de los datos interesante y de las bellas obras inútilmente almacenadas bajo la tierra, y otra, el respeto a los muertos, por lejanos que estén de nosotros».

De su permanencia en España se llevaba «inmejorables» impresiones. «Madrid es una de las ciudades más bonitas de Europa. Además, como después de la Arqueología nada me interesa tanto como la pintura, Madrid y Toledo me han proporcionado ratos inolvidables. Con tan buen cicerone como el duque de Alba, he pasado las mañanas en el Museo del Prado, del que con razón están ustedes orgullosos. Es soberbio. Y por si esto fuera poco, he estado alojado en el palacio de Liria, superior por lo completo de sus colecciones y la importancia de las obras que posee a los más calificados palacios ingleses que conozco». En agradecimiento a las atenciones recibidas, donó las diapositivas utilizadas en sus conferencias al comité hispano-británico que presidía el duque de Alba para que, en colaboración con la Residencia de Estudiantes, se pudieran proyectar en algún gran teatro de Madrid y en las principales capitales de provincia.

https://www.abc.es/archivo/abci-howa...4_noticia.html
__________________
Nefertari Merit en Mut
La Esposa Dulce de Amar hmt bnrt mswt. Aquella por la que el Sol Brilla
No estoy sola, después de todo, viviré eternamente…

Última edición por Nhefertari fecha: 22-05-2020 a las 10:02:10. Razón: Modificar titular
Responder Con Cita
Estas 2 personas dan gracias muy sinceramente a Nhefertari por esta buena aportación o artículo:
.
Advertisement
Advertisement Sponsored links

Crear Nuevo Tema  Respuesta


Herramientas
Desplegado

Normas de Publicación
no Puedes crear nuevos temas
no Puedes responder a temas
no Puedes adjuntar archivos
no Puedes editar tus mensajes

El código vB está habilitado
Las caritas están deshabilitado
Código [IMG] está habilitado
Código HTML está deshabilitado
Saltar a Foro

VER FOROS   |   AYUDA A VIAJEROS    |    OPINIONES DE VIAJEROS   |   ANTIGUO EGIPTO    |   EGIPTOPEDIA     |   EGIPTOGUÍA   |     GALERÍA FOTOS


La franja horaria es GMT +1. Ahora son las 08:58:02.


Powered by: vBulletin
Derechos de Autor © 2010, Jelsoft Enterprises Ltd.
Egiptoforo.com ©
klipphp shelldizi izle
Ad Management by RedTyger