Un fascinante cuento del antiguo culto al sol y la desnudez fue desenterrado en 1887 en Tell-el –Amarna, un pequeño pueblo egipcio en las orillas del Nilo a 350 kms. al sur de El Cairo. Allí, una mujer árabe tropezó accidentalmente con el archivo de tablillas de arcilla cocida del faraón Akhenaton (1385-1353 aC.). A través de la subsiguiente traducción de tales tablillas se averiguó que el joven y brillante faraón y su exquisitamente bella reina, Nefertiti, consideraban que el sol, Aton, era la verdadera fuente de vida, lo que justificaba la práctica del nudismo para el desarrollo físico y espiritual.
Debido al descubrimiento de esas tablillas y otros artefactos en Tell-el-Amarna, sede del gobierno del faraón Akhenaton, se sabe hoy que no sólo fue un gran reformador religioso y místico, que discutía el panteísmo del sacerdocio tradicional, sino que también fue un poeta de gran sensibilidad. En las piedras diseminadas que formaban el muro original del
templo de Aton, los arqueólogos han encontrado y descifrado el famoso “Himno a Aton, el dios Sol” del faraón, una parte del cual aparece en las escrituras Hebreas como en el salmo 104 del antiguo testamento. “Mediante este poema el faraón se revela como un amante de la belleza en la naturaleza, en el arte y en el hombre.” escribe J. Herman en King & Queen of the Sun.
Sin embargo, algunos de los arqueólogos que desvelaron la historia del faraón Sol tuvieron dificultades en aceptar lo que encontraron y se volvieron muy críticos con Akhenaton y Nefertiti. “Educados en un entorno victoriano y de nociones puritanas, desaprobaron esas primeras conjeturas de historia egipcia porque descubrieron que no sólo el faraón y su mujer sino también sus hijos y oficiales iban con muy poca ropa (¡y transparente!) o con ninguna ropa en absoluto, que practicaban nudismo en el palacio real, en los jardines reales y en la piscina, que gustaban de la belleza física, apreciaban la buena comida y el buen vino, y llevaban una existencia plenamente feliz.”
La espontaneidad, libertad y valores humanistas ligados al modo de vida de esta extraordinaria pareja provocaron una fuerte crítica y el enfrentamiento de los sacerdotes conservadores de la “religión antigua”. Después de su muerte, a Akhen-Aton le sucedió su yerno Tutankhamon a quien forzaron sus sacerdotes a erradicar las reformas de Akhenaton.
“Practicaban una religión y un estilo de vida nudista que estaba muy por delante de su tiempo”, escribe el Dr. De Horatev del rey Sol y su reina. “Aparecieron en una época que no les entendía”. Añade, desalentadoramente, que aunque futuras generaciones podrán entender mejor su mensaje, “...el presente les da un cicatero reconocimiento”.
Es conocido que Akhenaton y Nefertiti no fueron los primeros egipcios en disfrutar desnudos de baños de sol (en el
Museo Británico hay una talla del siglo XIV a.C. de un sacerdote sumerio desnudo, y se encontró en un muro de una tumba de Tebas una pintura del siglo XV aC. de una arpista egipcia desnuda), pero él y su bella esposa tuvieron su “día bajo el sol”, bebiendo la vida de un fresco concepto idealista de comunidad.
Fuente: @Internet (Resumen de: The Nudist Pharaon - Henry de Horatey - Elysium, Inc., Los Angeles, (rev) 1992 <article> / Medical Therapy, Nudity & Joy, Review - Aileen Goodson Dr. - Elysium Growth Press, 2001 <article>)
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