Un Mercado Común de hace 3000 años

[Luis Marcos Núñez]

Un Mercado Común de hace 3000 años.-

Mis queridos amigos, si alguien piensa que la idea de un Mercado Común o Mercosur es nueva le diré que estado completamente equivocado. El primer Mercado Común de la historia vio la luz hace unos tres mil años, y aunque su centro neurálgico estuvo muy cerca de la vieja Europa su influencia alcanzó hasta más allá del horizonte.
El propósito del presente trabajo es dilucidar cómo fue posible que se desarrollara una soberbia cultura en Centroamérica sin la intervención de los europeos que, dicho sea de paso, hicieron los primeros viajes transoceánicos oficiales a partir del siglo XV. Nos gustaría averiguar qué fue lo que propició la aparición de culturas tan magníficas como los aztecas, los mayas y los incas, los cuales, sin embargo, tan solo fueron el excelente resultado de un caldo de cultivo que se habían comenzado a preparar mucho tiempo antes. Y aunque pudiera parecer un contrasentido tratándose de la auténtica civilización del Nuevo Mundo, vamos a comenzar nuestro histórico viaje lejos de América, en un pequeño punto de Oriente Próximo bañado por las azules aguas del Mediterráneo.
Actualmente, el lugar es una pequeña franja de costa ocupado por dos pueblos distintos, en cuyas tierras no han dejado de soplar los vientos de guerra desde hace más de dos mil años, pero cuyos habitantes fueron capaces de escribir su propia historia en letras de oro, aunque cada cual lo hizo con sus particulares peculiaridades. Por si todavía no lo han adivinado les diré que se trata del Israel del rey Salomón y de Fenicia, de eso hace ya 3.000 años. Sí, amigos, creo necesario hablar un poco de estos pequeños pueblos orientales para luego hablar de los grandes pueblos sitos al otro lado del gran océano. Esta parte no me ocupara mucho.
Sin miedo a equivocarme diré que el rey más sobresaliente del antiguo Israel fue Salomón, hijo de David. ¿Qué se podrá decir sobre el rey Salomón que no se sepa? Nada, salvo puntualizar que él comenzó su espléndido reinado en el año 1037 antes de Cristo, y permaneció en el trono por espacio de 39 años. Su reinado estuvo marcado por la paz y la prosperidad. Sus riquezas fueron tan legendarias que la plata llegó a ser tan común como las piedras del campo, por la gran abundancia que de ella había. Atesoraba bastos conocimientos personales que traspasaron las fronteras, tanto es así que toda una reina como la reina de Saba hizo un largo viaje con camellos para conocer al monarca hebreo.
Apenas inaugurado su reinado, el joven rey Salomón se puso manos a la obra para reactivar sus relaciones de amistad con sus vecinos del norte, con los fenicios, y extendió dicha relación al ámbito comercial. Con este acto Salomón hizo gala de su profunda visión de futuro. Pero ¿qué tenía el pueblo hebreo que pudiera interesar a los fenicios? Influencias, muchas y poderosas influencias. Salomón no solo atraía a la reina de Saba, en el transcurso de los años fueron varios los embajadores extranjeros que viajaron a Israel para conocer al rey y establecer relaciones comerciales. Esto de ningún modo pasó desapercibido para los fenicios. Los vecinos cananeos de Israel vieron en aquello una enorme puerta por la que dar salida a todas las mercancías que trajeran en sus viajes, y aquí es en donde se juntaron dos posiciones sin parangón en el mundo antiguo. Estaba claro que el rey hebreo dominaba todo el comercio por tierra, esto era tan cierto que, por ejemplo, los famosos carros egipcios junto con sus caballos solo se podían obtener en aquellos días a través de los mercaderes de Salomón, y esto era de ese modo porque el faraón de Egipto Psusennes III (?), su suegro, le había concedido la exclusiva mundial.
¿Y qué tenían los fenicios que pudiera interesarle a Salomón? Exóticas mercancías jamás vistas en Oriente Medio, eso y oro, mucho oro. Como mercaderes y navegantes, los fenicios no tuvieron rival durante muchos años. Estaba más que claro que tan solo era natural y lógico que quien dominaba todo el comercio por tierra se asociara con quien dominaba todo el comercio por mar, así nació el primer Mercado Común de la historia. El registro histórico de los antiguos hebreos, la Biblia, informa que los fenicios solían hacer viajes por cuenta del rey Salomón una vez cada tres años, llegaba una nave y se iba otra nave. El destino era algún lugar no especificado en la Biblia, pero ¿a dónde iban los marinos fenicios para necesitar tres años entre la ida, la estancia y la vuelta? Si examinamos las mercancías que los fenicios le traían a Salomón ¿encontraremos alguna pista que nos lo diga? Leamos 1ª Reyes 10:11,22: “ Y la flota de naves de Hiram, que traía oro de Ofir, también trajo de Ofir maderas de árboles algum en muy grande cantidad, y piedras preciosas. Porque el rey tenía en el mar una flota de naves de Tarsis junto con la flota de naves de Hiram. Una vez cada tres años la flota de naves de Tarsis venía y traía oro y plata, marfil, y monos y pavos reales”. Oro, madera exótica, piedras preciosas, plata, marfil, monos y pavos reales, y todo esto lo traían los fenicios de la dirección de Tarsis, y como ustedes sabrán Tarsis es el nombre antiguo de España, y resulta que Tarsis era el final del mundo conocido en aquellos días. Recuerden, era un viaje cada tres años, porque según un marino profesional de Uruguay, el Mediterráneo puede ser cruzado por un barco de vela con buen tiempo en tres semanas aproximadamente, pero los fenicios empleaban tres años.
Tal vez las mercancías que traían los marinos fenicios nos indiquen hasta dónde habían llegado ellos. No sabemos a qué clase de madera se está refiriendo la Biblia, ni sabemos de qué especie eran aquellos monos, pero el oro, la plata y el marfil ya son cosas más conocidas para las latitudes del fin del mundo que entonces se conocía. Sin embargo los pavos reales…, los pavos reales ya son otra cosa. Déjenme que les explique.
Los libros de Ciencias Naturales nos dicen que los pavos reales son oriundos del sur de la India, y hace relativamente pocas decenas de años que también fueron descubiertos los pavos reales en el corazón del Congo, África. Pero los fenicios traían estas aves siempre que venían de la dirección de Tarsis, por eso es que algunos están convencidos de que mercaderes anónimos las importaban de la India y las transportaban hasta Gadir (Cádiz-España), y que allí es en donde los mercaderes fenicios las adquirían para llevárselas al rey Salomón de Israel. Pero si esto fue de ese modo hay algo que resulta chocante: si nos ponemos delante de un mapamundi y tomamos como centro Israel-Fenicia, tenemos que a unos 4000 km. a nuestra derecha está la India, y a unos 4000 km. a nuestra izquierda está Tarsis. Si desde este punto de vista Israel-Fenicia es el centro, y ambos pequeños países eran el centro económico del mundo de aquellos días, ¿cómo es que al mercader que fuera no se le ocurrió otra cosa que comercializar las aves en uno de sus extremos? ¿No hubiera sido más lógico que se comercializaran los pavos reales directamente en Israel-Fenicia? ¿No hubiera sido más rentable y más seguro para los animales hacerles viajar solo 4000 km, en vez de 8000 y luego 4000 más de regreso? Y suponiendo que los pavos reales fueran los del Congo, estamos en el mismo caso, porque desde el Congo hasta Israel hay la misma distancia que desde el Congo hasta Tarsis, y transportarlos por transportarlos hubiera sido mejor ir al centro económico del mundo que no a uno de sus extremos.
Por otro lado, si Salomón de veras dominaba todo el comercio por tierra ¿cómo es que sus caravanas, que iban y venían en todas direcciones, nunca encontraron esas aves? ¿Cómo es que ninguna de las visitas gubernamentales que recibió en el transcurso de los años, siempre le llevaban obsequios, jamás le llevaron pavos reales? Claro, podría ser que nadie del entorno de Salomón diera importancia a esas aves a pesar de haberlas visto en alguna parte, pero el caso es que allí en donde los fenicios las vieron de allí las importaron para Salomón. De modo que subsiste una importante pregunta: ¿hasta dónde habían llegado los marinos fenicios en sus viajes? Antes de contestar a esta pregunta me gustaría hablarles un poco de los fenicios, y no es por pensar que ustedes no sepan sino solo para puntualizar algunas cosas, pero eso será en la siguiente aportación.
Luís Marcos Núñez