Una Historia de la Biblia

[Luis Marcos Núñez]

Es evidente que el autor del libro “Y la Biblia tenía razón”, Werner Keller, no pone en duda (por ejemplo) la existencia del rey David, por supuesto que yo tampoco pongo en duda le existencia del más grande rey hebreo que ha tenido Israel. Pero en la época en que fue escrito el libro, mayo de 1956, todo lo que se sabía del rey David arqueológicamente hablando era muy poco, es más, no eran pocos los historiadores y arqueólogos que ponían en duda la existencia del mismísimo David. Solo la Biblia hablaba de él, y eso convertía la existencia de David más en un asunto de fe que en otra cosa, que de todos modos para mí ya era suficiente.

Muchos decían que toda la historia de los reyes hebreos había sido una invención puesta por escrito durante el siglo V antes de Cristo, por unos judíos que quisieron dotar a su historia como nación de un pedigrí inexistente para más o menos codearse con los vecinos. Desde este punto de vista no había existido la conquista de Canaán por Josué, no había existido el éxodo bajo el acaudillamiento de Moisés, la historia del rey David y de los otros reyes era solamente una fábula, y lo mismo con muchos otros relatos de la Biblia, todo pasaba por ser una exagerada invención. Pero hablemos de David.

Su nombre se menciona en la Biblia unas 1.138 veces; y la expresión bíblica “Casa de David”, que suele referirse a la dinastía davídica, se utiliza en 25 ocasiones en la Biblia, y aún así no eran pocos los que ponían en duda su existencia. Pues bien, en 1993 el arqueólogo Avraham Biran descubrió entre las ruinas de la antigua ciudad de Dan una piedra de basalto negro que, entre otras cosas, decía la frase “casa de David”, ¡la misma frase que la Biblia menciona 25 veces!. Aquella era la primera vez que se podía leer el nombre de David fuera de la Biblia en un resto arqueológico. Así que el nombre de David no podía ser un invento de posibles escritores judíos del siglo V a.C., una pieza arqueológica demostraba que David ya existía 500 años antes. Y tampoco podía tratarse de un David cualquiera, porque ¿de quién dejarían un escrito que dijera “Casa de David” y por qué motivo?

Y si el rey David había sido un personaje real de carne y hueso, ¿existiría, también, uno de sus más grandes enemigos, Goliat, y su titánico enfrentamiento habría sido real? Hacia finales del año 2005, en las ruinas israelitas identificadas como la ciudad de Gat, que según la Biblia era la ciudad natal del gigante Goliat, el arqueólogo Aren Maeir descubrió un trozo de cerámica que tenía escrito en un lenguaje arcaico semítico el nombre de Goliat. ¡Así que el famoso contrincante filisteo del joven David tampoco era una invención literaria del siglo V a.C.! ¡No escribirían el nombre de cualquier Goliat en una ciudad relativamente pequeña del siglo X a.C.!

Los personajes principales del relato bíblico habían existido de verdad, ya nadie lo puede poner en duda. Ya para terminar, hacer una breve consideración del escenario del famoso combate entre David y Goliat (foto). Este es el Valle de Elah, lugar del combate entre el joven David y el gigante filisteo. Al fondo, hacia la izquierda, se ven las montañas de Judá. Nosotros estamos viendo la foto desde el mismo punto que ocuparon los soldados filisteos. En la pendiente del fondo se apostaron los israelitas con David entre ellos, en la pendiente de aquí los guerreros filisteos con Goliat al frente. En el centro se enfrentaron a vida o muerte los dos personajes de los que estamos hablando. El resultado ya lo conocemos todos.

Estos datos arqueológicos no se conocían cuando Werner Keller escribió su buen libro “Y la Biblia tenía razón”, ni siquiera se conocían cuando se publicó la decimocuarta edición del libro en el año 1975. Pero hay más sobre otros muchos relatos bíblicos y sobre otros muchos personajes de la Biblia, pero eso ya es para otra ocasión.

[loidda]

MUy interesante el artículo. gracias..