Inmerso en el Caos, Egipto Enfrenta un Futuro Incierto
Inmerso en el caos, Egipto enfrenta un futuro incierto
- Se complica la transición democrática
- La oposición denuncia que la junta está detrás de la violencia que dejó decenas de muertos
A 16 meses de la caída del presidente Hosni Mubarak por las protestas de la "primavera árabe", la transición democrática egipcia se acerca a su teórico final con un escenario muy parecido al que se inició. Disturbios en las calles, arrestos masivos de activistas, y mucha confusión en el panorama político invadieron Egipto, en el tramo final de la campaña electoral.
Durante los últimos días, una veintena de personas resultaron muertas, entre ellas un soldado, en varias batallas campales entre activistas y fuerzas de seguridad que tuvieron lugar en el barrio de Abbasiya, sede del Ministerio de Defensa, en El Cairo.
Ayer regía el toque de queda en algunos barrios de esta ciudad, luego de una jornada de protesta que culminó con la detención de más de 300 personas.
Los incidentes desplazaron del centro de atención los programas de los candidatos, muchos de los cuales suspendieron sus actos de campaña en solidaridad con las víctimas.
Y todo esto sucede cuando faltan menos de tres semanas para la celebración de los comicios, del 23 y 24 de mayo, los primeros que permitirán a los egipcios elegir democráticamente a su líder, luego de seis décadas de dictadura militar y varios siglos de dominación extranjera.
"La junta militar es la responsable de esta violencia. Quieren crear una sensación de caos y confusión para utilizarlo como excusa para posponer o cancelar las elecciones. No tienen ninguna intención de transferir el poder", declaró a LA NACION Khaled Alí, uno de los candidatos presidenciales favoritos de los jóvenes revolucionarios que el año pasado manifestaban en la emblemática plaza Tahrir.
La opinión de Alí, un abogado laboralista de 40 años, es compartida por buena parte de la oposición y de los analistas políticos.
Para aplacar estos recelos, en una rueda de prensa realizada el jueves pasado, la junta militar reiteró su promesa de celebrar unas elecciones limpias de acuerdo con el calendario establecido. En teoría, el próximo 30 de junio, la junta, que se ha hecho cargo de la convulsa transición egipcia desde la renuncia de Mubarak, debería entregar sus poderes al nuevo presidente electo.
Una de las grandes dudas que envuelve los comicios es cuáles serán las competencias del próximo presidente. De acuerdo con la hoja de ruta de la transición, la nueva Constitución democrática del país debería aprobarse antes de la celebración de las elecciones.
Sin embargo, la creación de la Asamblea Constituyente se encuentra bloqueada a causa de las discrepancias sobre su composición entre fuerzas islamistas y laicas. A estas alturas, parece ya imposible que se puedan cumplir los plazos previstos.
Según los expertos en Derecho Constitucional, existen dos opciones para resolver este embrollo legal. Una es recuperar la Constitución de 1971, suspendida tras la Revolución, y que otorga "poderes faraónicos" a la institución presidencial.
La otra, que la junta militar podría redactar una nueva "declaración constitucional" que estableciera de forma interina la división de competencias entre los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Preferencia
La segunda opción es la preferida por los partidos políticos, temerosos de que la reinstauración de la Constitución de 1971 despierte ambiciones dictatoriales en el próximo presidente.
En un país que acaba de despertar de un largo período de represión y censura, las encuestas no son demasiado fiables y no ofrecen un panorama claro respecto de las preferencias de la ciudadanía.
Después de la inesperada descalificación de diez candidatos, entre ellos algunos de los grandes favoritos, cuatro son los nombres que se destacan por encima de los demás como aspirantes a pasar a la segunda vuelta : Amr Moussa, Abdel Moneim Abulfutuh, Mohamed Morsi y Ahmed Shafiq.
A sus 75 años, Moussa inició la campaña desde una posición de ventaja, pues es mucho más conocido entre la población que sus competidores después de haber servido durante una década como ministro de Relaciones Exteriores, y otra como secretario general de la Liga Arabe.
Este veterano diplomático se define como el más experimentado de los aspirantes en la gestión de gobierno, y advierte que la situación de crisis que atraviesa el país no aconseja "lanzarse en aventuras que no se han probado en ningún otro lado". Una velada referencia a la ideología islamista de algunos de sus adversarios, como Abulfutuh y Morsi.
Tras la descalificación de Jairat al-Shater, el "hombre fuerte" de los Hermanos Musulmanes, la histórica organización islamista lanzó al ruedo presidencial a Morsi como "candidato de reserva". Falto de carisma y poco conocido, su único activo es contar con la maquinaria electoral más potente del país.
En cambio, su principal rival en el campo islamista, Abulfutuh, un moderado que fue expulsado de la Hermandad el año pasado, se caracteriza por su atractivo carisma. Todas las encuestas lo sitúan por encima de Morsi.
Por último, Ahmed Shafiq, el último primer ministro, es el candidato de los nostálgicos del antiguo régimen, y de todos aquellos que añoran la estabilidad perdida tras la "primavera árabe"
Inmerso en el caos, Egipto enfrenta un futuro incierto - 06.05.2012 - lanacion.com Â
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Comentario: Eso es ni mas ni menos, a 16 meses de la caída de Mubarak estamos como estábamos. Si, se han celebrado elecciones ¿y? ¿han servido para algo aparte de para crear mas incertidumbre? no se han dado pasos en el camino democrático, diría que incluso se han dado algunos hacia atrás o, por lo menos, se ha intentado o se ha amenazado con hacerlo.
Siempre he dicho que la Junta no tenia mucho interés (por no decir ninguno) en dejar el poder, pero ¿son los malos de la película?, independientemente de alguna que otra consideración creo que ahora mismo se buscan cabezas de turco porque nadie sabe como llegar a la solución del asunto. Y la cosa ha llegado a un punto en que redirigirla en el buen camino se me antoja muy, muy complicado.
Si no hay constitución de diga que competencias tiene el presidente ¿que demonios va a hacer el que salga elegido? Si no se ponen de acuerdo para redactar una constitución ¿como va a acabar eso? ¿legislando a golpe de decreto de la Junta? y si le dan a la Junta el poder de decisión sobre algo tan fundamental ¿con que cara les van a pedir luego que se vayan porque son "los malos"?
Mi opinión es que Egipto no ha salido del caos en ningún momento desde la revolución, por mucho que intentasen vendérnoslo, y tengo muchas dudas de que lo consiga por lo menos sin tener un gobierno totalitarista. Y en lo que dice el último párrafo de los nostálgicos ¿alguien se extraña de que la gente quiera volver a la estabilidad?
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Nefertari Merit en Mut
La Esposa Dulce de Amar hmt bnrt mswt. Aquella por la que el Sol Brilla
No estoy sola, después de todo, viviré eternamente…
Última edición por Nhefertari fecha: 06-05-2012 a las 12:32:29.
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