La Península Arábiga.

[Tesanib]

_____Prolegómenos_____

_____La PENÍNSULA ARÁBIGA_____

Como prolegómenos vinculado con otro tema, de muy próxima publicación, dispongo precisamente este aporte para facilitar describir - y narrar- parte del contexto histórico, relacionado con el mismo.


Para situarnos cronológicamente, en los orígenes políticos de esta mítica península, hemos de retrotraernos hasta el siglo Xº a.C. justo cuando en Egipto, el final de la decadente XXª dinastía ramésida conduce al IIIº Periodo Intermedio.

El circundante Reino de Judá, en todo el Levante Oriental, abarca su mayor extensión de territorios desde su fundación: incluye además, las primeras tierras fértiles hasta el río Eufrates y el antiguo reino de Mittani, las otrora colonias, enclaves y reinos vasallos egipcios, durante el reinado de Tutmósis III.

El Rey David, que ha vencido a las tribus filisteas, descendientes arraigados en Palestina de los llamados "pueblos del mar", consigue ungirse como monarca único por las 12 Tribus de Israel y Jerusalem, es la capital de su trono.

Según los historiadores y geógrafos clásicos, en este momento de la Historia, la península arábiga está formada por:

- A. Pétrea, el Norte, lindante con el Levante Próximo y el Sur del 'gran fértil'.

- A. Deserta, en el centro, un inmenso desierto, infinito, con pozos, oasis y zonas actualmente todavía ignotas.

- A. Félix, el litoral meridional (Sur), puertos y ciudades del Mar Rojo y el Golfo Pérsico.

_______En su origen remoto, anterior a Roma y Persia :_______

A. Pétrea: la forman poblaciones agrícola-ganaderas, asentadas y/o nómadas por entre tierras y pastos del sur de Mesopotamia (Gran Fértil) y otras lindantes con el Valle del Jordan, Siria y el Sinaí.
Grandes sagas familiares de mercaderes adinerados, poderosos. Disgregados por entre las míticas rutas comerciales y sus grandes mercados. En contacto mercantil, consentido y continuo, con otras civilizaciones de Asia.

A. Deserta: la integran diversos clanes de beduinos nómadas, habitualmente enemistados y enfrentados entre sí, asentadas míticamente alrededor de pozos y oasis.
Dominan el trasiego de caravanas que atraviesan sus dominios, ejercen como guías -bajo el cielo nocturno- y como escolta armada de supervivencia por entre las grandes e infinitas miles de dunas de arena. Apreciados por la excepcional hospitalidad con sus clientes.

A. Félix: aglutinan poblaciones nómadas y sedentarias establecidas en la franja climática más beneficiada por los monzones del Indico. Producen esencias, perfumes y bálsamos; recolectan y negocian en total exclusividad el incienso.
Comercian indistintamente tanto con marinos hindúes, persas y asiáticos, como con etnias de la costa oriental africana.

Respecto a estas poblaciones de la Arabia Félix, se debe mencionar lo siguiente:
Aquí es donde nacen los antiguos reinos de Ma'in, Saba, Qataba y Hadramut; pueblos nativos autóctonos, arcaicos, agricultores y ganaderos de montaña, de valles internos, ocultos de la costa.

Sus testimonios recuperados, reflejan el alto grado de sabiduría del que disfrutaban. Una escritura pictográfica más similar a la jeroglífica que a la sumeria.

Con devoción y culto por el ciclo lunar y por preservar para la eternidad sus construcciones en piedra. Y al igual que todas las razas y etnias circundantes, preocupadas por la administración del caudal del agua para sobrevivir.

Y sobre todo: gentes también beduina y comerciante, negociante. Gobernantes en aquellos tiempos, de las rutas desérticas y puertos costeros, que comercian y trasladan el incienso, el alóe, la mirra, aceites, esencias cosméticas y otros exóticos tesoros.

Todo artículos de gran aprecio y bien remunerados; todo prácticamente vendido en el primer mercado, sin competencia.

Mercado surgido desde más antiguo, cuando marineros intrépidos descubrieron el comportamiento marítimo y estacional de los monzones: en una 1ª fase, discurren y soplan en una dirección, hasta Arabia; y por contra, al final de temporada, lo hacen en sentido inverso, hasta La India: así se establece una navegación regular, de ida y de regreso.

Y todo: artículos y mercancías que han desembarcado otros marinos-comerciantes, que arriban desde el Mar Índico y África, de regiones del orbe, todavía invisibles para muchos, no para los 'sabeos' que se enfrentan a sus reinos vecinos, compitiendo en implantar sus condiciones.

Y así será, porque con el transcurrir de los siglos, se convertirán en dueños y señores de este comercio que recorre sus dominios.