"En Egipto Queda Mucho por Descubrir"

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"En egipto queda mucho por descubrir"

JUANJO MARTÍN - VERÓNICA MARTÍN | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Lleva más de diez años fascinado con un personaje egipcio muy especial: el escriba real Djehuty. Ahora, está en Egipto en plena campaña de excavaciones y desde allí responde esta entrevista.

-Hace diez años excavó por primera vez en Luxor en la necrópolis de Dra Abu el-Naga ¿Por qué eligió este enclave?

"En ese tiempo llegué con una lista de tumbas que conocíamos pero que no se habían investigado aún. Después de ver muchas de ellas, entramos en la tumba de Djehuty acompañados por el jefe de antigüedades de Luxor y pudimos ver que tenía un potencial enorme porque sus paredes estaban llenas completamente de inscripciones y relieves. Los textos hablaban de la vida de este personaje, de su administración, de las prácticas funerarias, de su familia y, al confirmar que nadie había investigado en estas tumbas, solicité el proyecto y vimos que las tumbas eran un tesoro para el estudio de la sociedad de esta época, en torno al año 1.500 antes de Cristo".

-Descubrieron una cámara sepulcral con una decoración impresionante. ¿Quién era realmente Djehuty?

"Fue un escriba real, supervisor del Tesoro y de los trabajos de los artesanos de la reina Hatshepsut, una de las pocas mujeres egipcias que ejerció de faraona en torno al año 1470 a. C. Él fue el supervisor del tesoro y de los artesanos que construyeron y decoraron los templos para la reina en la antigua Tebas. También recaudaba los metales y piedras preciosas para la construcción de los templos y esa transacción le permitió quedarse con un tanto por ciento y construirse un monumento funerario espectacular no tanto por su tamaño sino por su delicadeza intelectual. La tumba y la cámara están totalmente escritas con pasajes del Libro de los Muertos. Es un documento de historia de las religiones muy importante".

-Sorprende como los restos arqueológicos permiten reconstruir la vida y hasta la personalidad...

"Lo bonito del Antiguo Egipto es que eran unos obsesos de escribirlo todo. En el caso de Djehuty sabemos que procedía de Hermópolis, una provincia del Egipto medio; que su padre no era egipcio sino de Siria o Palestina y que su madre sí lo era. Debió de viajar a mediana edad a la capital de Tebas y allí la reina lo elige como uno de sus ministros. Sabemos en todos los templos en los que participó, que decoró con oro y plata la vaca sagrada de Amón y que en el Año 9 de la reina se envió una expedición comercial a la actual Eritrea. Es maravilloso ir descubriendo a través de un personaje, una sociedad. Es como devolver a la vida una persona de hace 3.500 años".

-Las tumbas del Antiguo Egipto se caracterizaban por tener las paredes llenas de jeroglíficos. Cuando alguien escribe es para otros, ¿quiénes esperaban que lo leyera?

"Esta es una de las cosas más bonitas. En este caso hay dos tipos de mensajes: los que se escriben en su capilla era para que los visitantes lo leyeran. Pues ese pensamiento de que estaban cerradas a cal y canto y que estaban escondidas es falso. Una parte del monumento funerario estaba abierta y querían que la gente entrara, leyera lo que había hecho en vida y con esto demostraban que era merecedores de la vida en el más allá. En el caso de Djehuty, dentro de esa capilla -que es un mausoleo excavado en la roca de la montaña- al fondo del todo hay un pozo que conduce a su tumba que sí estaba sellada. Lo curioso es que estaba enteramente escrita con pasajes del Libro de los Muertos y era para leerla él mismo porque pensaban que renacería con el Sol al día siguiente de morir y le serviría en su camino".

-¿Qué sensación tiene un arqueólogo al entrar en un lugar que ha estado 2.000 años cerrado completamente?

"Es muy emocionante. Sobre todo cuando no te esperas lo que encuentras porque este escriba fue un innovador: decoró las fachadas en un momento en que no se decoraban y, también, eligió unos textos que tampoco eran usuales. Lo más curioso es que decoró su cámara funeraria y, en aquella época, nadie lo hacía. Queriendo hacer un alarde de que era un escriba ilustrado y humanista, escribe la capilla".

-¿No le sorprende que aún hoy en día aún se sigan encontrando cosas nuevas para la historia de esta civilización?

"En Egipto aún quedan muchas cosas por descubrir. Hace dos años nos concedieron la extensión del yacimiento y prevemos que hay 15 tumbas en ese entorno aunque puede que no todas conserven su decoración original. Aun queda mucho por descubrir, incluso, en zonas muy visitadas por los turistas. A lo mejor no son tesoros como el de Tutankamon pero sí son importantes para la historia".

-¿Qué opina de la decisión de cerrar ciertos monumentos a los los turistas por problemas de conservación?

"Es cierto que los estudios medioambientales recientes muestra que lo que más daña a las pinturas es su exposición al ser humano por su transpiración. Esa humedad hace que afloren las sales de la piedra al exterior y favorece la proliferación de hongos en la pintura. Las visitas turísticas es lo peor que le puede pasar a la pintura. Hay que llegar a un término medio entre velar por la conservación y la visita. En esto, el Servicio de Antigüedades de Egipto ha iniciado un plan de creación de réplicas de los monumentos más importantes. La suerte que tiene Egipto es que, como tiene muchísimas, puede jugar con ellas y abrir y cerrar para dejar descansar a algunas. Creo que es acertado. Hay que conservar para generaciones futuras".

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Fuente:

- Diario de Avisos - jueves 20 de enero de 2011

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Gracias Moibcn por este artículo. Muy claro, muy fresco y de un gran balance entre la ética profesional y el concepto de preservación de las tumbas y su acervo.