Transición en Egipto Corre el Riesgo de Quedarse Estancada

[Nhefertari]

Transición en Egipto corre el riesgo de quedarse estancada

Se espera la redacción de la nueva Constitución
La población reclama a los militares que lleve a cabo el traspaso del poder


Cientos de egipcios se concentraron el viernes en El Cairo para pedir que se aceleren las reformas democráticas en el país árabe

El proceso de transición en Egipto, que se inició el 11 de febrero pasado con la caída del presidente Hosni Mubarak, afronta el reto de propiciar las condiciones necesarias para que el país árabe norafricano se encamine hacia el proyecto político y social que la población, sin vacilación alguna, ha pedido a gritos. Cinco meses después del derrocamiento de Mubarak, las tensiones persisten ante la percepción de que las reformas no se están llevando con el ritmo deseado y de que el anhelado traspaso del poder a un gobierno civil, salido de elecciones libres y populares, tiene cada vez mayores obstáculos. Estancamiento La cairota plaza Tahrir sigue siendo escenario de multitudinarias manifestaciones. Luego que la "primavera árabe" diera sus primeros frutos, los egipcios están preocupados porque el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, órgano que tomó el poder tras las revueltas de finales de enero y principios de febrero pasado, no está ejecutando la llamada "hoja de ruta" delineada para la construcción de la democracia. Ello está contribuyendo a que se conforme un escenario en el que pareciera que la revolución está estancada, mientras siguen insatisfechas las demandas económicas y sociales de la población. "La clave está en que cuánto más tiempo el poder se concentre en manos de un Consejo Supremo de Fuerzas Armadas que no ha sido elegido por nadie, más difíciles pueden ser las siguientes etapas de la transición", dijo Haizam Amirah Fernández, investigador principal para el Mundo Árabe del Real Instituto Elcano de Madrid. Los egipcios exigen a las Fuerzas Armadas que se lleven a cabo, cuanto antes, las elecciones legislativas, presidenciales y la redacción de una nueva Constitución. Pero, esto pasa por la superación de las divergencias surgidas en el seno del poder político y religioso. "El reto está en que las fuerzas políticas y sociales puedan encontrar acuerdos, mínimos, pero acuerdos de compromiso para fijar las nuevas reglas del juego", sostuvo el investigador Amirah Fernández. El pasado mes de marzo, los egipcios aprobaron, en referendo popular, un conjunto de enmiendas constitucionales que entre otros aspectos flexibilizaron las condiciones para la participación en los procesos electorales y fijaron un calendario para los comicios parlamentarios (septiembre) y presidenciales (final de año). Igualmente, se aprobó que el nuevo Parlamento que surja de los comicios, deberá conformar un comité para la redacción de la nueva Constitución. Panorama complejo El panorama en Egipto no es tan sencillo. Durante los 30 años de gobierno de Mubarak, la única plataforma estructurada de la oposición fue la de los Hermanos Musulmanes. Más allá de esta organización, actualmente el espectro político está conformado por una serie de partidos pequeños, laicos, algunos de ellos de reciente aparición. En ese contexto, los Hermanos Musulmanes son los que tienen la mejor capacidad organizativa para encarar con éxito un proceso electoral. De allí que respalden la realización de las elecciones parlamentarias en septiembre. Por su parte, los partidos laicos abogan por retrasar las elecciones, porque creen que de esa forma se le da la oportunidad de organizarse a las nuevas agrupaciones políticas que están surgiendo. Unidad ante todo En un intento por tener una unidad nacional, 13 partidos anunciaron recientemente una alianza para presentar una lista unificada en las elecciones y formar un gobierno unitario. "Los egipcios pidieron ante los ojos de todo el mundo un sistema de buen gobierno que no existía en su país, con separación de poderes, y mecanismos de control", indicó Amirah Fernández. Muchos egipcios, al igual que la población de otros países árabes, carecen de las perspectivas de tener un buen empleo y una autonomía económica. Por otra parte, estudios han arrojado un auge del fervor religioso en la población árabe más joven en los últimos años. Si bien es cierto que el temor a que un gobierno de corte islamita llegue al poder está latente, también lo es el hecho que estos mismos partidos están experimentando transformaciones que se podrían traducir en la posibilidad de acceder a la gestión de asuntos públicos y de tener que pactar con otras fuerzas políticas. En cualquier caso, la "revolución de los Jazmines" floreció en Egipto y lucha por quedarse. "Con ausencia de resultados la población egipcia, como otras árabes, ha perdido el miedo", apuntó el investigador del Instituto madrileño. El espíritu de la revolución que se inició el 25 de enero no ha desaparecido. Los egipcios no están dispuestos a perder la oportunidad de ver cristalizados los cambios. Si eso no ocurriera, quién quiera que se alce con el poder tendrá que lidiar con movilizaciones sociales de cientos de jóvenes cuya edad es de 24 o 25 años en promedio y que están conectados con lo que ocurre en el resto del mundo. Transición en Egipto corre el riesgo de quedarse estancada - Internacional - EL UNIVERSAL

Comentario: En realidad poco hay que decir que no se haya dicho ya, por lo menos yo. Simplemente la cosa está estancada a todos los niveles, no hay pasos para atrás pero tampoco hacia delante. Salvo un para de cosas de cara a la galería, la Junta Militar no hace nada, no se mueven en ninguna dirección, y lo que en un principio pareció lo mejor para garantizar la paz en el país puede llevar camino de convertirse en un régimen permanente.

Independientemente ya del turismo, que ahora no viene al caso, los mismo egipcios no ven salida a esta situación. Se manifiestan cada dos pro tres, claman por "el espíritu de la revolución" pero poco o nada sacan con ello, quizá solo que el mundo no se olvide de lo que allí ocurre.

En cuanto a la elecciones siguen estando en el aire, en principio nadie ha dicho que no se vayan a celebrar en septiembre pese a las voces en contra, y no parece que nadie, salvo los Hermanos, esté preparado para ellas. Y eso me da ... podría decir preocupación y sonaría políticamente correctas, pero lo que me da es miedo, porque ahora parecen muy moderados pero todos o casi todos, sabemos de que pie cojean, y no quiero ni pensar que ocurriría en Egipto con un gobierno islamista. Y sin embargo son los que tienen mas posibilidades aunque solo sea porque están organizados, desde hace tiempo además, y son disciplinados.

Me encantaría ver el día que los periódicos no nos hablen sobre manifestaciones en Taharir, no porque lo silencien sino porque ya no tenga razón de ser el que se hagan. Mientras sigo con preocupación todo lo que ocurre.

[Picapicalitos]

Gracias por la info, Nhefer. Yo sigo todo el avance de las cosas por la web de Al jazeera, pero algo siempre se me escapa.

¿Qué decir? Yo pienso y estoy igual que tú. Parece un problema de difícil solución.
Está claro que el gobierno militar no va a dejar el poder (o esa es mi impresión), y el pueblo seguirá manifestándose sin éxito aparente u_u
Esperaremos a las elecciones, a ver qué ocurre. Pero, como tú, preocupada me tiene el hecho de que pudiera llevar el pais un gobierno islamista, por muy disciplinados que sean los Hermanos.

Y menuda vergüenza que los informativos españoles no digan ABSOLUTAMENTE NADA sobre cómo marchan las cosas en El Cairo. Si dan algo, son 12 segundos tipo cortinilla de anuncio.
¿Eso es información, señores? òó

No sé cómo va lo de la redacción de la nueva Constitución :S ¿Sabéis cuáles son las "exigencias"? ¿Lo que el pueblo egipcio pide que se plasme en la Carta Magna?