Estela Metternich

[Nhefertari]

Estela Metternich

Conjuros y ensalmos contra cocodrilos, serpientes y escorpiones

Estela mágica (conocida como de Metternich)
XXX Dinastía. Reinado de Nectanebo II
Grauvaca
Templo de Osiris-Mnevis
Heliopolis
MET
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Encargada por un sacerdote del siglo IV a.C. y descubierta en 1828 durante la excavación de un pozo cerca de Alejandría, este excepcional monumento fue concebido como un instrumento mágico y protector frente a los ataques de animales dañinos, un peligro muy presente en el antiguo Egipto.

Durante el reinado del faraón Nectanebo II (360-343 a.C.), el sacerdote Nesatum pasaba su último día en Heliópolis, la ciudad sagrada del dios solar Re. El día era particularmente luminoso, perfecto para visitar la tumba de los toros Mnevis, las encarnaciones terrenales del dios Re, que se adoraban en la ciudad del Sol. De repente, se fijó en ciertas inscripciones antiguas que le gustaron sobremanera (Nesatum era un gran amante de las "antigüedades", algo que se había puesto muy de moda en su época) y ordenó que las copiaran para incluirlas en un monumento que deseaba levantar en honor al monarca y al sagrado toro Mnevis, y que colocaría en el templo dedicado a esta divinidad.

El resultado de este encargo fue una estela de 83,5 centímetros de alto y 33,5 de ancho, hecha en grauvaca, una piedra extremadamente dura, y recubierta totalmente de elegantes inscripciones. El objeto sobrevivió a la segunda conquista persa de Egipto (343-332 a.C.), y en época grecorromana fue trasladado desde su lugar de origen en Heliópolis hasta la nueva capital de Egipto: Alejandría.

Muchos siglos después, en 1828, un grupo de obreros estaba excavando un pozo para un monasterio franciscano cerca de Alejandría y para su sorpresa encontraron la estela allí enterrada, en un excelente estado de conservación.

La magnífica pieza fue llevada de inmediato ante la presencia de Mehmet Alí, el gobernador otomano de Egipto, quien se la cedió generosamente al príncipe austríaco Clemens Metternich-Winneberg, el cual, encantado con tan maravilloso regalo, se la llevó a su castillo de Königswarth, en Bohemia, donde permaneció hasta 1950, año en que el Museo Metropolitano de Nueva York la adquirió para su colección. Hoy en día, la conocida como Estela Metternich puede verse en las salas dedicadas al antiguo Egipto de la institución neoyorquina.

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Contra serpientes y cocodrilos

Pero ¿para qué ordenó erigir el sacerdote Nesatum esta estela? ¿qué utilidad tenía? La estela Metternich pertenece a un grupo de objetos conocidos como "cipos de Horus" o "estelas de Horus sobre los cocodrilos", cuya función era mágico-sanadora, ya que estaban destinados a proteger a las personas contra los poderes diabólicos de animales tan dañinos como cocodrilos, escorpiones y serpientes, un peligro omnipresente en el antiguo Egipto. También es, con diferencia, la más grande de las estelas de este tipo que han llegado hasta nosotros. Normalmente, los egipcios, sobre todo a partir de la dinastía XXV (722-655 a.C.), tenían en sus casas este tipo de objetos (aunque normalmente en versiones de menor tamaño), recubiertos de hechizos protectores para ponerse a salvo de tan terribles amenazas.

La decoración de la estela Metternich es intrincada y compleja. En la parte superior se representa el disco solar rodeado por ocho babuinos, cuatro a cada lado. A la izquierda aparece el dios Thot, divinidad de la sabiduría y la escritura, y a la derecha, en actitud oferente, se representa a Nectanebo II.

La escena principal, grabada en el centro con gran detalle, muestra a Horus niño desnudo (reconocible por la trenza característica de la infancia) montado sobre el lomo de un cocodrilo y sujetando a un conjunto de animales malignos, a los que somete (incluso agarra una gacela y un león).

Sobre Horus aparece la cabeza del grotesco dios Bes, protector de la familia y la infancia. Varios dioses en pie sobre serpientes enroscadas flanquean a Horus. A la izquierda está Re-Horakhti, el Sol del mediodía, tras el cual se encuentra la diosa Isis, madre de Horus, con el estandarte de la diosa buitre, representación del Alto Egipto, y a la derecha aparece de nuevo al dios Thot.

El resto de la estela está absolutamente recubierto, de arriba abajo, de inscripciones mágicas que actuaban como potentes hechizos protectores cuya función era repeler a los animales indeseables. De hecho, se vertía agua sobre esos textos sagrados para que el líquido absorbiera su poder y después pudiera usarse como remedio medicinal, tanto ingerido como tópico. Uno de los textos de la estela dice lo siguiente: "Para sellar la boca de todos los reptiles en cielo, tierra y agua, para salvar a la gente, para pacificar a los dioses, para glorificar a Re".

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Horus, Isis y los escorpiones

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La estela Metternich también narra la historia del dios Horus, que sanó tras ser picado por un escorpión, y reproduce el mito de Isis y los siete escorpiones, historia que ocupa la mayor parte de la superficie de la estela.

En este relato, Toth ayuda a Isis y a su hijo Horus a escapar de la prisión donde los ha encerrado el malvado dios Seth. Para protegerlos durante su periplo, Toth envía a siete escorpiones. Una vez en Egipto, Isis pide asilo a una rica mujer que le niega su ayuda cuando ve la compañía que trae la diosa. En cambio, una pobre mujer de las marismas no tiene inconveniente en ayudar a Isis, a su hijo y a sus compañeros escorpiones. Estos entonces deciden dar una lección a la mujer rica, y durante la noche acuden a su casa y pican a su hijo, que enferma gravemente.

La mujer desesperada pide entonces ayuda a gritos, e Isis, compadecida de ella, se la prestará. Exorciza el veneno y el niño se cura: "Sal, veneno [...]. Es Horus quien te exorciza; él quien te cota en pedazos, él quien te escupe [...]. Levántate, tú, atormentado –Horus te ha devuelto a la vida; él ha vuelto a nacer y ha venido para derrotar a sus enemigos [...]. Vete serpiente, llévate tu veneno [...]. ¡Sal enemigo! ¡Retrocede veneno!". Con este conjuro, cualquiera que hubiese sufrido una picadura o mordedura de un animal maligno podría salvarse, como el niño del mito.

Sin duda, el sacerdote Nesatum fue un hombre piadoso y compasivo, y muy posiblemente mandó erigir esta magnífica estela con la idea de prestar un servicio público y ayudar a todo aquel que necesitase auxilio en caso de haber sido atacado por uno de estos peligrosos animales, tan abundantes en tierras egipcias. Seguramente los dioses lo recompensaron por su bondad otorgándole una vida larga y feliz... Y libre de alimañas.

La estela Metternich, conjuros y ensalmos contra escorpiones, serpientes y cocodrilos

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Cippus de Harpocrates
Ptolemaico tardío ¿?
British Museum

Los egiptólogos llaman cipus de Horus/Hipócrates a unas estelas mágicas repletas de imágenes y textos destinados a curar y prevenirlas picadoras o mordeduras de animales venenosos.

En la Baja Época fueron herederas de unos monumentos similares donde antaño aparecía el dios Shed (deidad protectora), deben su nombre a la escena central representada en su cara principal. En dicha escena, aparece Horus de frente, en altorrelieve, como un niño desnudo de pie sobre dos cocodrilos, en cada mano que mantiene separadas del cuerpo, lleva un numero variable de animales peligrosos, representados a tamaño no real: por lo general se trata de un escorpión y dos serpientes en cada mano, además de un león a un lado y un antílope al otro, este último no era un animal temible precisamente, su único error era vivir en el desierto y, por lo tanto, estaba ligado a Seth.

El joven dios, que lleva la trenza de la infancia en la parte derecha y un ureos en la frente, aparece sobre la cabeza una máscara del dios Bes (en algunas representaciones) que por si solo es capaz de rechazar el peligro; a la izquierda siempre lleva el emblema de Nefertum y a su derecha el de Haroeris, el dios de Letópolis que se invoca con estas estelas mágicas.

Cipus indocumentado
Biblioteca del British Museum

Copys Nhefer

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Diversos Cippus en la misma vitrina
Baja Época
Piedras duras diversas
Le Louvre

Este tipo de representaciones tuvieron mucho éxito, ya que su tamaño podía reducirse al de un amuleto de pocos centímetros para colgar del cuello, Luego estaban las estelas de mayor tamaño que podían medir mas de un metro, como la de Metternich que hemos descrito en los post anteriores. También podían ser el el elemento principal de una estatua sanadora.

Actuaban por contacto, lectura o mediante el derramamiento de agua sobre las inscripciones para impregnar el liquido de sus cualidades mágicas.

Limitado a menudo a las primeras frases debido a la falta de espacio, el texto habitual de estas estelas suele hacer alusión a incidentes de la infancia de Horus, educado y cuidado por Isis en los pantanos. "Saludos, dios hijo de un dios. Saludos, heredero hijo de un heredero. Saludos, toro hijo de un toro que dio a luz la vaca divina. Saludos Horus, salido de Osiris y que Isis dio a luz. Hable en tu nombre, recité tu magia, conjuré con los conjuros. que concibió tu corazón. Que puedas rechazar a cualquier león de la meseta desértica, cualquier cocodrilo del rio. cualquier boca de serpiente en su agujero. Que puedas transformarlo para mi en piedrecillas de la meseta desértica, en fragmentos de cerámica a lo largo del camino. Que puedas exorcizar el veneno que palpita, que se encuentra en todos los miembros del que sufre. Todos los dioses son invocados en tu semejanza. Mira, tu nombre es invocado en este día "Soy Horus, el salvador" "

Copys Nhefer

[Nhefertari]

Este es un bellísimo ejemplo del tipo "estatua sanadora" además con unas instrucciones únicas, de momento.

Estatua de un sacerdote de Bastet cubierto de formulas mágicas
Siglo IV a.C..
Grauvaca
Le Louvre

Esta estatua, dedicada por una familia de sacerdotes de la diosa Bastet, fue colocada en un espacio público. Representa un hombre (seguramente un sacerdote) con una estela de "Horus sobre los Cocodrilos". Según las creencias del Antiguo Egipto, las mordeduras venenosas podían ser curadas por el agua que se habían vertido sobre las inscripciones mágicas en la estatua y estela.

La estatua que vemos es típica de la estatuaria del Período Tardío, con su dulce sonrisa y su cara de mejillas regordetas.

Esta estatua es la única en su tipo, encontradas de momento, que da instrucciones precisas sobre su uso: el agua se vierte sobre los textos mágicos grabados en la estatua para impregnarse con sus poderes de curación, luego se debe beber. Los datos de los sacerdotes de la diosa Bastet que dedicaron esta estatua, están grabados sobre la estela. La estatua podría estar colocada en una capilla en la explanada del templo, y por lo tanto a disposición del público para el beneficio de todos.

A partir del siglo séptimo antes de Cristo, las estatuas de figuras que sostienen estelas del tipo "Horus sobre los Cocodrilos" se produjeron en grandes cantidades. Fueron esculpidas en piedra dura y oscura, estaban cubiertas de textos mágicos y de representaciones de deidades protectoras, finamente grabados sobre toda la superficie a excepción de manos, pies y cara.



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[MarioLucea]

Es impresionante la estatua...