Empezado por Luis Marcos Núñez
10ª Plaga. La muerte de todo primogénito egipcio, tanto de hombre como de bestia, incluido el primogénito heredero del faraón, Éxodo 12:29. Los contrarios a los relatos bíblicos creen poder explicar las anteriores nueve plagas como producidas por sucesos naturales, sin que hubiera una intervención divina, y naturales desde luego que fueron aquellas nueve plagas, pero ¿cómo explicar que se sucedieran todas juntas en un espacio de dos o tres meses? Y sobre todo ¿cómo explicar la decima plaga, la de la muerte de todo primogénito egipcio, no de los otros hijos menores? ¿Qué clase de plaga o epidemia pudo ser tan selectiva que solo afectó a los primogénitos de todas las familias egipcias, no a los hijos más pequeños? Sinceramente no sabemos. Pero aún más sorprendente: de los hebreos no murió ni un solo primogénito, incluidos los primogénitos de los animales. ¿Qué hacía que los hebreos fueran más inmunes que los egipcios, los cuales eran considerados como los que tenían la mejor medicina de aquellos tiempos?
Todas las nueve plagas anteriores afectaron a un dios o dioses del panteón egipcio, ¿ a qué dios egipcio afectaría esta última plaga, la décima? Parece indudable que esta última plaga iba dirigida directamente contra el mismísimo faraón y su descendencia, ya que los faraones se consideraban hijos del dios Ra, y ellos mismos eran adorados como auténticos dioses humanos. Por ejemplo, el nombre de Ramsés significa “Hijo de Ra”, ¿no es así, compañeros foreros?
Recuerdo haber visto un documental en el que el Dr. Ken Weeks descubre la tumba de los hijos de Ramsés, una tumba enorme. Él y sus colaboradores tenían en mente la posibilidad de que Ramsés II fuera el faraón del éxodo hebreo, porque decían que si no encontraban los restos del primogénito, el relato bíblico podía comenzar a tener visos de verdad. Pero por lo menos lo que apareció fue el nombre del primogénito, y luego dedujeron que esta persona había muerto pasados los 35 años de edad, por lo que no era el adolescente de la historia bíblica. Entonces, si Ramsés II no era el faraón del éxodo hebreo ¿quién podía ser?
Ahora empieza a brillar con luz propia el nombre de Menefta, decimotercer hijo de Ramsés II y su sucesor en el trono. Este faraón murió a una edad relativamente joven, más o menos entre los 50 y 60 años de edad. Hablaremos más de él cuando lleguemos al episodio del mar Rojo. El egiptólogo catalán (España) Josep Padró, en su obra Egiptomanía, dice que el hijo primogénito heredero de Menefta falleció en la adolescencia, pero no se sabe de qué manera. Menefta quedó sin heredero natural al trono, y cuando él mismo murió violentamente se produjo un vacio en el poder de Egipto. Esto explicaría que un individuo ajeno a la familia asumiera el poder en Egipto. Como es lógico, no tenemos partidas de defunción ni testamento firmado del puño y letra de Menefta, por eso siempre alguien podrá decir que pudiera haber sido otro faraón el que protagonizó la parte egipcia del éxodo israelita. Pero todos los indicios razonables apuntan a Menefta.
El efecto sumado de todas las plagas juntas, más la muerte de su primogénito sumió al faraón en un gran aturdimiento, y cuando por enésima vez Moisés le pidió permiso para que todo el pueblo de Israel se fuera, el faraón Menefta (?) lo concedió sin saber seguramente lo que estaba haciendo. Pero lo que sigue ya es parte de otra historia, la historia del comienzo del éxodo israelita.
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