[Luis Marcos Núñez]

Yo, de momento, voy a dar mi opinión sobre el odio de los egipcios hacia los pastores de ovejas. Sobre los hallazgos egipcios en suelo israelita y sobre el uso de los carros de honor, vamos a esperar a ver qué es lo que opinan los compañeros del foro.

Probablemente nos quedaremos sin conocer el origen de muchas costumbres del antiguo Egipto, pero no solo del Egipto faraónico sino de otras antiguas culturas también. Rastrear el cómo, el por qué y el cuándo de una costumbre puede resultar muy difícil. Para decir que los antiguos egipcios odiaban a los pastores, solo nos podemos basar hasta el momento en lo que escribió un testigo presencial como lo fue Moisés. Él, citando las palabras de un antecesor suyo llamado José, escribió: “ `Tienen que decir: Tus siervos hemos continuado siendo ganaderos desde nuestra juventud hasta ahora, tanto nosotros como nuestros antepasados, a fin de que moren en Gosén, porque todo pastor de ovejas es cosa detestable a Egipto”, Génesis 46:34. Parece que lo que los egipcios odiaban era a los pastores de ovejas, no a los que pastoreaban al resto del ganado. No, porque precisamente algunos de los dioses más relevantes de los egipcios eran vacas y toros. Y dentro de esta animadversión hacia las ovejas, los que en Egipto se ocupaban de las ovejas eran posiblemente aquellos que pertenecían a las castas más bajas.

De las ovejas se obtenía y se obtiene la lana y otros productos necesarios, así que los antiguos egipcios necesitaban a esos animales, pero al parecer las ovejas competían por la comida con bueyes y vacas, y si la cabaña ganadera en Egipto se componía principalmente de ganado mayor, pues ya tenemos el conflicto. En el viejo Oeste americano también estalló, precisamente, un grave conflicto entre vaqueros y pastores de ovejas que ocasionó muchos muertos. Las ovejas ramoneaban constantemente en campo abierto, las vacas y los bueyes no necesitaban un área tan grande. En fin, que no es de extrañar que en el Egipto faraónico muchos odiaran a los pastores de ovejas por razones económicas más que por otra cosa.