[neferkare]

Como ya hablamos ayer, no era el amuleto del corazón solamente el que poseía la energía de la vida, sino que era tambien era que daba origen a los pensamientos ya fuesen estos buenos o malos.

Los egipcios representaban generalmente el corazon mediante una vasija cardiomorfa de color rojo y en ella pintaba los detalles principales de dicho organo, a veces incluso tallados en sobre relieve. Para el pensamiento egipcio esta vasija era el lugar donde confluían los opuestos y estaba regida por el dios Thot. En ella se albergaban los actos del individuo que generarían semilla de nuevos actos.

Los egipcios denominaron al corazón ib o hati, pues hacían con esto referencia a dos cuestiones distintas.

Corazón Ib: mi saber visionario.

Corazón Hati: mi poder mágico.