13 - / III. -
_______en Oriente:
La zona marítima del Mar Rojo sigue ingobernable, inestable. La flota romana sólo impone su presencia y autoridad, sobre las aguas y los escasos puertos de la costa egipcia.
Las naves comerciales de Roma están expuestos a los continuos ataques piratas, de los irreductibles marinos árabes, movilizados para defender el origen y el futuro de su supervivencia.
Los intentos romanos por desembarcar en la costa arábiga, son constantemente repelidas.
Las expediciones que logran sortear los peligros del "periplo" ( ver imagen del apunte n. 23) son escasas. Y muy escasos también los beneficios obtenidos.
La desaparición, asaltos y naufragios; la pérdida de naves, tripulaciones y caudales, son tan constantes que merman y postergan considerablemente el afán y ambición de los mercaderes acaudalados, que invierten desde Roma.
El objetivo de alcanzar la zona costera del Indico, se convierte por ahora, en acción cuasi-suicida, reservada a los más intrépidos insensatos o desesperados.
Roma, en esta zona de Oriente y en estos tiempos, no tiene más alternativa que continuar como 'cliente' y transigir con el mercado del reino nabateo, el único capaz de sortear con éxito la 'Ruta de las Especias, Inciensos y Aromas'.