De Egiptopedia; Antiguo Egipto

Sethi I. Cartucho real.

Cuando Horemheb, último faraón de la Dinastía XVIII, sin descendencia masculina, dejó el trono al general Parameses, éste era ya un hombre de avanzada edad, de tal manera que, trás adoptar el nombre de Ramses I, fundando la Dinastía XIX, asoció de manera inmediata el trono a su hijo Sethi I, para una mejor consolidación de la nueva dinastía.

Esta maniobra fue muy acertada puesto que Ramses I tuvo un reinado muy breve (1305-1303 a.de C según unas fuentes; según otras 1307-1309 a.de C.). Sethi I fue el segundo faraón de la Dinastía XIX.

Subió al poder, como ya se ha dicho, trás el breve reinado de su padre Ramses I.

Fue hijo y nieto de militares pertenecientes a una família que procedía del Delta oriental. Casado con Tuya y padre de Ramsés II, heredó unas estructuras administrativas renovadas en tiempos de Horemheb.

Durante su reinado se dedicó de una manera activa a la política exterior, llevando a cabo una serie de campañas cuyo fín era reconquistar los territorios asiáticos que Egipto había perdido frente a los hititas en la época amarniense. De esta manera, fueron ocupadas nuevamente las tierras de Amurru y la ciudad de Kadesh.

El reinado de Sethi I es uno de las más característicos de las monarquías egipcias, puesto que este faraón de temperamento y linaje guerrero era un hombre profundamente religioso.

Además del culto a Amón, durante su reinado se potenció el culto a otros dioses como Osiris, Ptah y Ra y por su nombre, este faraón rinde también culto al dios Seth, el señor de la fuerza vital que cuando es controlada transforma al faraón en valiente guerrero.

Sethi I continuó con la extracción de oro en territorio nubio, iniciada a principios de la Dinastía XVIII y también en Coptos.

Durante sus años de reinado, el arte y la arquitectura alcanzaron altas cotas de calidad.

Ello ha quedado constatado por todo Egipto: la gran sala hipóstila del templo de Karnak, que sería terminada por su sucesor Ramsés II, su templo funerario, Templo Seti I en Qurna, su tumba, la KV 17, la más bella tumba del Valle de los Reyes, con más de 100 metros de profundidad y decorada con magníficos relieves, así como el templo y Osireión en Abidos.

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